Día 2. Lyon – Hannover. 971km. 11h
Madrugamos de nuevo. Esta va a ser la tónica general. Por una parte conseguiremos evitar el calor y el tráfico y por otra llegaremos a buena hora al destino para poder desconectar y relajarnos.
Tomamos rumbo norte y giramos al noreste antes de Dijon para evitar obras y camiones…
… o eso nos habían dicho. Nada más lejos de la realidad, kilómetros y kilómetros de modificaciones en el trazado de la autopista relentizaban el tráfico. Curiosamente, ni una sola persona trabajaba en esas obras… no sé cómo pretenden acabar así.
Menos mal que existen los arcenes para permitirnos avanzar, porque si nos tocase hacer cola yo creo que al menos a mí me daría un golpe de calor a la mínima… horrible
Las autopistas alemanas no son mejores. Algunos trozos eran rápidos pero, de repente, el tráfico se paraba y nos tocaba saltar al arcén de nuevo. Además nos estrenamos con la lluvia lo cual hacía más entretenida la jornada… aquí al menos ya se iba notando que la temperatura bajaba!
Allá las 18h llegamos a la casa que habíamos alquilado al sur de Hannover, después de pasar por un súper a por alimentos esenciales de supervivencia
La casita muy cuca en un barrio tranquilo.
Tenía hasta garaje cubierto para nuestras monturas. Caber no teníamos claro si cabían, pero había que intentarlo… y ya os digo si cupieron!
Además tenía un elemento que daba un valor añadido tremendo a la casa, el sofá de masaje!
La verdad es que era un poco inquietante el masaje que daba. Todo muy bien hasta que de debajo de tus posaderas salía un pilón que se elevaba como si quisiese perforarte el ojete.
A partir de ese momento la pensión Rote Rosen sería para siempre jamás Culen Roten
Nos cocinamos unas salchichas alemanas para cenar. A estas alturas de viaje hasta nos apetecían.
Mañana Dinamarca y Suecia! Dos países nuevos para nosotros!
MotoRutones Garage 